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Los "Niños de la Guerra" reciben reconocimiento en México
swissinfo.org - 14 de julio de 2005

http://www.swissinfo.org/ses/swissinfo.html?siteSect=143&sid=5943591&cKey=1121352633000


MÉXICO DF (Reuters) - Casi 70 años después de huir de las bombas y las balas, "los niños de la Guerra Civil" española que viven en México recibieron finalmente un reconocimiento de su país, que les ha otorgado pensiones de por vida.

El Gobierno español tomó en enero la histórica iniciativa de aprobar pensiones para los cientos de exiliados por la Guerra Civil, quienes abandonaron la Península Ibérica rumbo a la entonces Unión Soviética y Latinoamérica y nunca regresaron.

Más de cien supervivientes españoles de entre 70 y 80 años que actualmente residen en México comenzarán a recibir 6.090 euros anuales a partir de esta semana.

El grupo fue agasajado en una ceremonia realizada el miércoles en la capital mexicana, a la que asistieron algunos ministros del Gobierno español.

"Es una deuda histórica que tenía la sociedad española con todos los que tuvieron que buscar el exilio y salir de la España de la Guerra Civil", dijo a Reuters el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "Hoy es un día muy simbólico", agregó.

Unos 3.000 niños de las regiones donde aún regía la República fueron enviados a la ex Unión Soviética durante la Guerra Civil española, que entre 1936 y 1939 enfrentó al Gobierno republicano con las fuerzas nacionalistas lideradas por el general Francisco Franco, que finalmente tomó el poder.

Otros cientos viajaron a Latinoamérica, en su mayor parte a México, Chile y Venezuela, donde todavía viven unos 270.

Muchos de ellos protagonizaron peligrosos viajes antes de poder escapar sanos y salvos de la guerra.

Hermenegildo Casas tenía 12 años cuando junto a su padre, madre y hermanos escapó de un Madrid asediado por las fuerzas franquistas. Primero viajaron a París, pero se vieron obligados a huir de allí cuando el ejército nazi invadió Francia en 1940.

ACOGIDA DE LÁZARO CÁRDENAS

Tras hacer 600 kilómetros a pie llegaron a Toulouse y desde allí iniciaron un periplo que les llevó por Marsella, Marruecos, y finalmente México, donde el presidente izquierdista Lázaro Cárdenas había abierto sus puertas a los refugiados de la República española.

"Era como una aventura para nosotros", dijo Casas, quien robaba gallinas en su travesía por los caminos de Francia para alimentar a su familia. "Lo que teníamos era hambre y luego aviones de guerra nos ametrallaban en el camino", explicó.

Como muchos niños españoles expulsados de su país por la guerra, Casas accedió a una vida desahogada en México, disfrutando del éxito económico que se vivió en el país a partir de la década de 1970.

En la década de los años 90, España premió con una pensión mínima a todos los emigrantes españoles residentes en el extranjero, pero el dinero sólo representaba un cuarto de las nuevas pensiones y muchos de los residentes en México no las reclamaron.

Tras la muerte de Franco, España evitó enfrentarse a su pasado para no reavivar viejas divisiones, centrándose en construir la incipiente democracia.

Pero el Gobierno socialista, que asumió el poder el año pasado, ha estado más dispuesto a compensar a las víctimas de la Guerra Civil que su antecesor, el Partido Popular, y ha establecido una comisión para investigar los casos de víctimas de la dictadura de Franco.

/Por Alistair Bell/.*.
Reuters