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El Consell Valencià de Cultura critica la destrucción de este espacio funerario. La comunidad israelita teme que las exhumaciones hayan afectado a judíos
Levante - 03/05/2006


Las obras que destruirán la fosa común del cementerio de Valencia, en la que fueron enterrados más de 4.500 víctimas de la represión franquista durante los 11 meses siguientes al final de la guerra civil, han dejado al descubierto restos humanos a pesar de que el Ayuntamiento de Valencia reitera a diario que en dicha tumba ya no hay nadie enterrado. Los trabajos para construir 1.020 nichos sobre la sepultura colectiva continuaban ayer con el alzado topográfico de la zona.

Rafel Montaner, Valencia

Los movimientos de tierra para la construcción de 1.020 nichos sobre una fosa común del Cementerio de Valencia en la que fueron sepultados más de 4.500 represaliados del franquismo han sacado a la luz varios restos humanos, entre ellos una cadera, según pudo comprobar ayer Levante-EMV.

El hallazgo contradice la justificación dada por el Ayuntamiento de Valencia para negarse a paralizar las obras, tal como han solicitado el Fòrum per la Memòria, el PSPV y EU. La edil responsable de Cementerios, la popular Mª Jesús Puchalt, aseguró la semana pasada que en dicha tumba colectiva «no queda nadie enterrado debido a las continuas exhumaciones».
El Fòrum, una asociación independiente que trabaja por la recuperación de la memoria histórica, ha realizado un estudio en el que asegura que en seis fosas comunes del Cementerio de Valencia fueron enterradas entre 1 de abril de 1939 y el 31 de diciembre de 1945 más de 23.000 víctimas de ejecuciones extrajudiciales, palizas y malos tratos por parte del aparato represor de la dictadura. En esta descomunal cifra, el Fòrum incluye también a las víctimas del hambre de la posguerra.
La fosa común que el equipo de Gobierno que encabeza la alcaldesa Rita Barberà va a destruir es la única en todo el camposanto que aún permanece entera, ya que las continuas construcciones de nichos o bien las han tapado totalmente o han afectado a su superficie.
El secretario del Consell Valencià de Cultura (CVC), Jesús Huguet, criticó ayer ante los micrófonos de la Cadena Ser la actitud del ayuntamiento: «A mi personalmente me parece una barbaridad que no se recupere esta memoria histórica y esta parte cultural que son los espacios funerarios».
Huguet recuerda que el CVC emitió el año pasado un informe sobre la situación de los camposantos valencianos en el que denunciaba la desaparición de un centenar de tumbas históricas de la parte civil del Cementerio de Valencia. «Nosotros creemos que las necrópolis son algo más que un depósito de huesos, son espacios artísticos, culturales e históricos a conservar», añade.

El PSPV estudia acudir a los juzgados

El coordinador del área de la recuperación de la memoria histórica de la fundación Societat y Progrés del PSPV, Matias Alonso, dijo ayer que el PP «ahora mismo ha puesto en marcha una jugada contundente de destrucción de las pruebas del genocidio franquista en Valencia. Barberá sabe lo que hay en esa fosa y quiere hacerlo desaparecer». Alonso anunció que su partido estudia solicitar la paralización de las obras por vía judicial.
El portavoz del grupo socialista en el ayuntamiento, Rafael Rubio, acusó ayer a Barberá, de tratar de «cerrar la historia con losas de cemento» por haber dado instrucciones para acelerar las obras de construcción de nichos. Este periódico pudo comprobar como durante toda la mañana de ayer los operarios de la contrata realizaban el alzado topográfico de la zona.

La comunidad israelita teme que las exhumaciones hayan afectado a judíos
 
Ha solicitado consultar los libros de enterramientos en las fosas

R. Montaner, Valencia

El presidente de la Comunidad Israelita de Valencia, Isaac Sananes, acudió ayer al Cementerio de Valencia con el fin de «investigar si hay algún enterramiento judío» en la fosa común que el Ayuntamiento de Valencia va a destruir para construir nichos. Sananes recorrió la parte civil de la necrópolis, que es donde hay más hebreos enterrados hay, para comprobar que sus tumbas se conservan.

La visita está motivada por las declaraciones realizadas el pasado miércoles por la concejal responsable de Cementerios, la popular Mª Jesús Puchalt, en las que afirmaba que en la fosa sobre la que se van a construir los nichos no hay restos humanos que investigar «porque desde hace muchos años en este espacio, al igual que en todo el camposanto, se vienen haciendo exhumaciones continuas»

Sananes mostró su «preocupación» ante esta afirmación y pidió al Ayuntamiento que informe a su comunidad antes de exhumar a un judío. Sananes, que recorrió la necrópolis acompañado por el concejal socialista Matias Alonso, pidió formalmente permiso para consultar el libro de enterramientos de la fosa común que se va a destruir para consultar si en ella hay algún apellido judío y en tal caso solicitar la paralización de las obras. Alonso explicó que las exhumaciones continuas a las que alude Puchalt también han causado malestar entre la masonería española.