León. La primera piedra del memorial a los represaliados se colocará el 14 de abril. El Foro por la Memoria debe votar si apoya la fecha, que coincide con la fiesta de la II República
Diario de LEON = 5 de marzo de 2006

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Saurina se dirige personalmente a las familias para reiterar su compromiso de hacer el mural

Marco Romero

El concejal Francisco Saurina ha ofrecido a los familiares de los represaliados del franquismo colocar la primera piedra del memorial del cementerio de León el próximo 14 de abril, a falta de que el proyecto definitivo sea concretado y pase todos los trámites burocráticos.

Esta opción es una salida diplomática al retraso del monumento a los «paseados», previsto para el pasado año. El edil, a quienes las familias habían criticado por no aclarar las causas del retraso, se dirigió a su portavoz anteayer por la noche para reiterar su «total apoyo» a la construcción de este mural donde se pretenden reflejar los nombres de más de mil personas ejecutadas durante la represión franquista.

En el transcurso de la conversación con Raquel Cerejido, el concejal lanzó la propuesta con el objetivo de que los familiares directos de las víctimas, muchos de ellos de edad muy avanzada, puedan acudir al acto simbólico. «Dado que es imposible que el proyecto esté terminado para la fecha que inicialmente habían propuesto los familiares, por lo menos podrán ver que hay intención de hacerlo», manifestó ayer Saurina.

Y la II República

Si en la próxima reunión convocada por el Foro por la Memoria de León, entidad que ha canalizado la reivindicación de las familias, se da el visto bueno a esta fecha, el próximo 14 de abril, además de celebrarse los 75 años de la proclamación de la II República, se pondrá en marcha la ejecución de la denominada capilla laica.

El memorial será construido en una zona verde del cementerio de León donde inicialmente fueron enterrados, en una fosa común, muchos de los ejecutados. Los restos mortales fueron trasladados muchos años después de la guerra a un osario que actualmente se ubica bajo unos nichos de nueva construcción, por lo que ya es prácticamente imposible recuperarlos para su traslado.

El monumento consiste en dos muros al que se unen siluetas que se van introduciendo en el subsuelo. En las paredes interiores se pretenden colocar unas placas con el nombre, la fecha de muerte y la edad a la que perecieron los represaliados. Según los archivos consultados por el Foro por la Memoria de León, se grabarán más de mil identidades.