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Masones de Valencia y Alicante reclaman a Barberá que conserve la fosa común. Las logias Blasco Ibáñez y Alona denuncian el expolio del cementerio civil
Levante - 09/05/2006


Rafel Montaner, Valencia

Las logias masónicas Blasco Ibáñez de Valencia y Constante Alona de Alicante han sumado sus voces a los colectivos, partidos políticos e intelectuales que reclaman la paralización de unas obras municipales en el Cementerio de Valencia que destruirán una fosa común de la posguerra con miles de víctimas de la represión franquista. Ambos colectivos, pertenecientes al Gran Oriente de Francia en España, denuncian también la desaparición de tumbas de masones enterrados en la parte civil de la necrópolis.

En un manifiesto conjunto presentado ante la Alcaldía de Valencia, las logias solicitan a Rita Barberá «la inmediata paralización de toda obra o acción que siga destruyendo esos lugares históricos». Además, reclaman «la restitución de la memoria mediante los correspondientes monumentos, placas, etc, que recuerden a los valencianos y a la Humanidad que en Valencia, hubo valencianos de toda condición Ñy por lo que nos atañe a nosotros, hermanos masonesÑ que pagaron con su vida la lucha del pueblo español por la libertad».

«Un atentado a la dignidad»

El escrito carga contra la «sistemática labor de destrucción de todas las fosas comunes del cementerio donde reposan nuestros hermanos», en referencia a los masones represaliados por la dictadura. Así, las logias consideran «un atentado a la dignidad universal y a la memoria histórica la sistemática eliminación de sus restos y la negación al más mínimo homenaje o recuerdo que el ayuntamiento practica».
En la tumba colectiva de la sección séptima derecha, la única de las seis del camposanto sobre la que no se ha construido, el consistorio ha iniciado los trabajos para construir 1.020 nichos. Estas obras han provocado las protestas del Fòrum per la Memòria, que asegura que en ese lugar fueron sepultados más de 4.500 represaliados en los 11 meses siguientes a la entrada de las tropas franquistas en Valencia.
Entre las víctimas de la dictadura que acabaron sus días en la fosa de la sección séptima se encuentra Aureli Blasco Grajales, uno de los periodistas masones más influyentes en la vida social y política valenciana de finales del siglo XIX y principios del XX junto a Vicente Blasco Ibáñez y el que fuera director de El Mercantil Valenciano, Vicente Dualde.
Por otro lado, el delegado de comunicación del Supremo Consejo del grado 33 Ñuna de las instituciones de más alto rango dentro de la masonería españolaÑ, Galo Sánchez, informó que este grupo cotejará los nombres de masones represaliados con los libros de enterramientos en la sección séptima. «Si en la fosa afectada por las obras fueron enterrados más masones, algo que en principio parece que sí, pediremos la paralización de las obras», concluye.