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El Ayuntamiento de Valencia no prueba ante la juez que la fosa común esté vacía. En el Registro de Enterramientos no constan las exhumaciones citadas por el consistorio
Levante - 13/05/2006


Rafel Montaner, Valencia

El Ayuntamiento de Valencia no ha podido probar ante la juez que ha ordenado la paralización cautelar de las obras en la fosa común de la sección séptima derecha del Cementerio General, donde el Fòrum per la Memoria ha denunciado que fueron enterradas miles de víctimas del franquismo, ya no queden restos de represaliados, tal y como defiende la alcaldesa Rita Barbera.

En la vista convocada ayer por la magistrada del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2, para decidir si mantiene o no la suspensión cautelar de la construcción de un millar de nichos sobre esta sepultura solicitada por el Fòrum a través de un recurso de protección de derechos fundamentales, el ayuntamiento sólo aportó un certificado firmado por su secretario como prueba de las exhumaciones practicadas en dicha tumba.
En el cuadro tercero de esta fosa, según el Libro de Registro de Enterramientos del Cementerio fueron enterradas 2.099 personas entre el 1 de abril de 1939 y el 30 de julio de ese mismo año. A renglón seguido, entre el 31 de julio de 1939 y el 27 de febrero de 1940, se completó el cuadro cuarto con otros 2.940 cadáveres. Los cuerpos, según consta en los citados libros se disponían en hileras cuya profundidad permitía depositar hasta 9 cadáveres.
La historiadora Isabel Esteve, miembro del equipo de investigadores del Fòrum, explicó en la vista que en ambos cuadrantes «hay muchas filas con hasta 9 u 8 alturas de enterramientos, donde los primeros cuerpos son los que están depositados a mayor profundidad».

Documento firmado por el secretario

El documento en el que el secretario da fe de «los antecedentes obrantes» en el cementerio, señala que el cuadrante tercero fue vaciado en 1952 y el cuarto en 1953. Sin embargo, el letrado municipal informó que estas exhumaciones no fueron más allá de los cuatro primeros cuerpos más cercanos a la superficie.
La abogada del Fòrum, Mercé Teodoro, recalcó que la normativa «obliga a anotar todas estas exhumaciones en el Libro de Registro de Enterramientos, y no figuran sino en un porcentaje ínfimo».
Teodoro insistió en que no se reanuden las obras porque la prueba que ha aportado el ayuntamiento respecto a las exhumaciones «o no es completa o no es exacta, porque materialmente, a través de los periodistas que recogieron imágenes de los huesos que aparecieron tras el inicio de las obras en superficie Ñen referencia a la fotografía captada por Levante-EMVÑ y de un testimonio presencial, sabemos que en estos momentos existen restos en la fosa». El testigo aportado por el Fòrum fue el edil socialista de Valencia, Matías Alonso, quien ratificó ante la juez que vio como un operario municipal retiraba la pelvis fotografiada por este diario así como otros restos óseos de la superficie de la fosa.
El abogado municipal rechazó que se trate de una fosa «como pueden ser las de los campos de batalla», ya que en ella se enterraron toda clase de difuntos, aunque admitió que «lógicamente en su momento habría inhumaciones de personas represaliadas».

El fiscal pide que se mantenga la paralización de las obras

R. Montaner, Valencia

El fiscal pidió durante la vista de ayer que se mantenga la paralización de las obras sobre la fosa común ya que las «razones peculiares de sensibilidad y emotividad con respecto a las víctimas, difícilmente serían reparables si el lugar queda tapado». No obstante, el ministerio fiscal solicito que la suspensión sólo afecte a la mitad de las fosa en la que tanto la abogada del Fòrum, Mercé Teodoro, como el letrado del Ayuntamiento coincidieron que pudo haber enterramientos de represaliados.

Suspensión sólo en la mitad de la fosa

Los servicios jurídicos del ayuntamiento explicaron que sólo dos de los cuatro cuadrantes de la fosa, el tercero y el cuarto, fueron utilizados tras el final de la Guerra Civil.
El primero y segundo se completaron antes de la entrada de las tropas de Franco en Valencia y no se vaciaron para una nueva reutilización hasta 1950, por lo que quedarían fuera del estudio del Fòrum per la memòria, que ciñe su investigación sobre la represión de la dictadura al período que va desde 1939 a 1945.
El abogado municipal, aunque pidió la retirada de la paralización en aras de la necesidad de nichos que tiene el consistorio, argumentó que si se mantiene la medida cautelar ésta sólo afecte a las parcelas tercera y cuarta y «se permita la edificación en la mitad de la fosa donde seguro que no existen restos». Esta postura, según Teodoro, «es la misma que expresó el Fòrum en una solicitud a la alcaldía el pasado 20 de abril y que Barberá aún no ha contestado».