Pontevedra. Atribuyen a la represión franquista más de 200 muertes en la capital
La Voz de Galicia - 26/01/2006

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Xosé Álvarez Castro presenta hoy una investigación sobre esta etapa negra

Monte Porreiro y A Caeira eran los lugares elegidos para fusilamientos militares

(Firma: María Conde | Lugar: pontevedra)

La investigación sobre la etapa de la represión franquista en la capital de la provincia es todavía un capítulo pendiente. El historiador y profesor Xosé Álvarez Castro, destaca que hasta el momento no existe una bibliografía específica sobre la situación en Pontevedra, aunque sí aparecen referencias puntuales en algunas obras editadas. Y una de las razones de este déficit está en la documentación existente. Álvarez ha profundizado en el estudio de esta etapa y su trabajo lo dará a conocer esta tarde en el ciclo que sobre la represión se celebra en la Casa das Campás.

«Todavía estamos comezando a investigar. E é moi difícil calcular canta xente puido morrer a consecuencia da represión -señala-, debido ás dificultades da investigación. De xeito, en moitos rexistros civís, non figuran os fusilamentos, senón mortes por hemorraxia interna, colapso cardíaco... Ademáis, Pontevedra era tamén o lugar o­nde se facían fusilamentos de persoas doutras localidades da provincia». No obstante, el investigador calcula que, como mínimo, más de doscientas personas fallecieron en esta etapa negra de la historia española, que son de los que existe documentación.

La represión comenzó en Pontevedra el mismo 20 de julio de 1936 con tres muertes en los incidentes del levantamiento. Álvarez Castro indicó que el malecón de Monte Porreiro, próximo a la fábrica de Tafisa, y el kilómetro 1 de la carretera de Campañó, en el barrio de A Caeira, eran los lugares habituales para los fusilamientos de militares. «Independentemente de que logo existían os paseos e a xente era fusilada noutros lugares da comarca», matizó.

A este respecto, añade que hay sospechas de algún enterramiento común en los alrededores de la capital, «aínda que temos que ser prudentes de momento».

Testigos

Una de las razones que llevó al historiador a centrarse en esta etapa es el hecho de que se están perdiendo los testimonios de los testigos de la represión. «Tampouco podemos basear toda a nosa investigación nestes testemuños, porque pasaron setenta anos e a memoria é fráxil -apuntó-. Temos que ir contrastando con datos nos arquivos e na documentación. É como un traballo de detectives».

Xosé Álvarez Castro añadió que la recuperación de la memoria histórica ha recibido un impulso desde el congreso de Narón, «aínda que eu penso no termo de recuperación da memoria histórica como recuperación da verdade, non coma unha vinganza».

«A mín interésame destacar neste traballo non só os datos, senón os padecementos dunha serie de persoas que eran dirixentes obreiros, agrarios ou de mulleres; mostrar as peripecias daqueles máis esquecidos», agregó el historiador, que intervendrá a partir de las 20 horas en la Casa das Campás, junto a otro experto, Dionisio Pereira.