Aparece la revista Granta en español y se ocupa del silencio
La Crónica de Hoy - 29/01/2004

En 1979 cinco estudiantes de Cambridge resucitaron una revista llamada Granta. Hoy es la publicación más prestigiosa en lengua inglesa, con una tirada de 70 mil ejemplares. Granta se encargó de impulsar —cuando aún eran anónimos— a novelistas como Martin Amis, Julian Barnes o Salman Rushdie. Ahora, por fin, Granta existe también en español.
La nueva revista ha sido posible gracias al grupo Planeta, que la publica bajo el amparo de Emecé, una editorial del grupo. La tirada del primer número es de siete mil ejemplares —aunque ya ha habido peticiones de importación desde Argentina— y, de momento, la revista es legalmente un libro. Es decir, tiene ISBN, pero carece aún del ISSN, lo que le caracterizaría como revista.
'Vamos a dar pasos lentos pero muy firmes', explica Aurelio Major, uno de los dos directores de la revista. 'Queremos comenzar de modo modesto, aunque nuestras aspiraciones son grandes. De momento hemos recibido felicitaciones desde todos los ámbitos y esperamos seguir creciendo'.
Una esperanza que Major cree más que justificada en tanto opinó que 'Granta en español cubrirá importantes lagunas. En primer lugar porque tendemos un puente entre América-Latina y España; pero también entre España y el mundo anglosajón, algo que desde el luego estaba pendiente'. Además, Major cree que esta revista era una auténtica necesidad periodística. 'En España las publicaciones de este tipo no contemplan el reportaje extenso' —dice— 'ni tampoco los relatos demasiado 'largos'. Nosotros podemos ofrecer 40 páginas de texto a cada autor porque tenemos formato libro. De este modo, tocamos los temas desde todos los ángulos posibles, algo no muy común en periodismo'.
Este primer número se articula en torno al silencio. A 'los silencios que a veces nos impone el olvido, la indiferencia o la apatía (que muy bien puede convertirse en una modalidad insidiosa de la censura)', según reza la presentación. Por eso, dos de los reportajes hurgan en la memoria histórica española. Justin Webster analiza las consecuencias aún latentes de la Guerra Civil en Oviedo. Y Stuart Christie narra su intento de asesinar a Franco y su consecutiva experiencia en la cárcel de Carabanchel en Franco me hizo terrorista.