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Denuncian torturas de Melitón Matanzas en el Supremo para que le quiten su medalla como víctima de ETA
EUROPA PRESS 15/01/2003


El vecino de San Sebastián Jesús María García Garde declaró hoy en el Tribunal Supremo que el policía Melitón Manzanas le torturó en 1966, como prueba para que le sea retirada la condecoración por haber sido víctima de ETA que le otorgó en 2001 el Gobierno del PP. El testigo compareció hoy ante la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, que debe decidir sobre el recurso de Izquierda Unida contra la Gran Cruz otorgada a Manzanas.

García Garde, militante antifranquista en 1966, fue detenido aquel año por la Policía y llevado ante Manzanas, que era entonces jefe de la Brigada Político-Social de San Sebastián.

Según declaró García Garde a los periodistas tras su comparecencia ante los magistrados del Supremo, Manzanas le propinó puñetazos, bofetadas y le sometió al método de la bolsa en la cabeza con una tela de lona, que colocaba al detenido en una situación próxima a la
asfixia. A continuación fue interrogado con el fin de que se
autoinculpara.

El testigo mostró su sorpresa por el hecho de que el Estado democrático condecore a un torturador franquista con la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, lo que hizo el Gobierno en enero de 2001. Manzanas fue asesinado por ETA en San Sebastián el 2 de agosto de 1968, y fue la segunda víctima mortal de la banda terrorista tras el guardia civil José Pardines, muerto en junio del mismo año.

Según García Garde, que fue acompañado al Supremo por la abogada de IU Virginia Díaz, Manzanas era un especialista en las torturas psicológicas aún más que en las físicas. 'Era especialista en dejar a la gente muy mal de la cabeza, aparte del cuerpo', explicó gráficamente el testigo.

Esta persona, nacida en el barrio obrero de Gros, de San Sebastián, era estudiante en la Escuela de Peritos cuando fue detenido, y aunque no militaba en ningún partido político, participaba en debates sobre la situación social y política que provocaba el franquismo. Pese a haber transcurrido 36 años desde las torturas que denuncia, no quiso hoy que su cara fuese grabada por las cámaras de la televisión, para no verse perjudicado en su trabajo.

También declaró ante el tribunal, como testigo indirecto de las torturas de Manzanas, el dirigente histórico del PCE Víctor Díaz Cardiel, quien expuso que, cuando estuvo encarcelado en la cárcel
madrileña de Carabanchel en 1965 y 1966, otros presos le relataron las torturas a las que les había sometido Manzanas.

Añadió que concederle la condecoración es 'un insulto a los ciudadanos'. Según su testimonio, otro preso de entonces, Víctor Lecumberri Arana, dirigente del PCE y CC.OO., y que hoy tiene 89 años de edad, le aseguró que Manzanas le había arrancado la uña de un dedo durante una sesión de tortura.
La Sala Tercera del Supremo tomó estas declaraciones como parte de las pruebas propuestas por IU en su recurso contra la concesión de la condecoración a Manzanas. El alto tribunal decidirá en los próximos meses si el otorgamiento de la cruz fue ajustado o no a derecho.