Noticias

Hoy se cumplen 80 años del asesinato del Noi del Sucre en la calle Cadena
La Vanguardia - 10 Mar 2003


Aroma y espinas de la Rosa de Fuego. Hoy se cumplen 80 años del asesinato del Noi del Sucre en la calle Cadena . 10 Mar 2003

Hace tres años apareció una esquela en este diario donde se indicaba que el difunto había nacido en la Rosa de Fuego a comienzos del siglo XX. No se trataba de ninguna población extraña, sino del nombre con el que Barcelona era conocida internacionalmente a consecuencia de las bombas que en aquellos tiempos estallaban en sus calles, cuando el anarquismo se explicitaba violentamente.

En la foto:La placa recuerda el asesinato del Noi del Sucre en pleno Raval tal día como hoy, hace 80 años Luego vendría el auge del anarcosindicalismo con la creación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la aparición de figuras tan populares como Salvador Seguí, el Noi del Sucre, de cuyo asesinato se cumplen hoy 80 años. Un itinerario -ahora están de moda los itinerarios- puede servir para recorrer la ciudad en clave ácrata, para rememorar el aroma y las espinas de la Rosa de Fuego.

En la calle Sant Rafael, junto a la por ahora no muy afortunada rambla del Raval, se encuentra una placa de cerámica, obra de Xavier Oliveras, que recuerda que en aquella esquina murió, asesinado por pistoleros del Sindicato Libre, Salvador Seguí, el dirigente más popular de la CNT, el 10 de marzo de 1923, junto a un compañero, Francesc Comas. Fue una más entre las muertes violentas de los años del pistolerismo en Barcelona, cuando patrones y obreros eran objeto de atentados. La placa, colocada en 1983 por iniciativa del Sindicato de Cuadros de Catalunya, estaba en condiciones penosas cuando un autodenominado Comando Ciudadano Justiciero la retiró por su cuenta y riesgo en noviembre del 2001 para reivindicar su restauración. Ahora vuelve a lucir en muy buen estado, y no parece notar a faltar una segunda placa que existió en la vecina y desaparecida calle Cadena, impulsada por la CNT.

Para seguir con la línea del Noi del Sucre no hay como trasladarse a la plaza de toros de las Arenas, cerrada desde hace años, y que aguarda su conversión en un centro lúdico. Allí tuvo lugar el mitin que ponía fin a la huelga más larga de la historia de Barcelona, la de la Canadiense, que duró 44 días. El 19 de marzo de 1919 Salvador Seguí pronunció un vibrante discurso en catalán para convencer a los 15.000 obreros reunidos de que era mejor terminar con la huelga tras los logros de la lucha, entre los que destacaba la aprobación de la jornada de ocho horas, que convertían España en el segundo país del mundo que obtenía esa mejora social. Otra cosa fue el posterior incumplimiento por parte de la patronal.

Sants queda cerca para llegarse al número 12 de la calle de Vallespir, un edificio de planta baja y piso cerrado desde que dejó de funcionar como sede de una casa de telefonía móvil. Allí existía el Ateneu Racionalista de Sants, donde se creó en 1918 el Sindicato Único, que sustituía a los sindicatos de oficio. Era el gran momento de la CNT.

En el Eixample fue donde el diario anarcosindicalista 'Solidaridad Obrera' tuvo su primer edificio propio, en la confluencia de las calles Consell de Cent y Villarroel. Aquel gran esfuerzo económico sirvió para poco, ya que en 1939 la Falange expropió el local para editar sus diarios 'Solidaridad Nacional', que pretendía recoger la herencia del rotativo anarquista, y 'La Prensa'. Luego el local albergó la primera sede del Arxiu Nacional de Catalunya, aunque una CNT debilitada intentó en vano que les devolviesen su patrimonio.

En el Pla de Palau se alza la vieja Escuela de Náutica, un bello edificio de Adolf Florensa. Cuando el caserón tenía pocos años de vida, en 1936, en el primer mes de la Guerra Civil, se instaló el Comité de Milicias Antifascistas, que durante un tiempo fue el auténtico poder de la ciudad. Poder era una expresión que repugnaba a muchos anarquistas.

Igual que ocuparon la Escuela de Náutica, hicieron otro tanto con otros dos edificios de Florensa, el Foment del Treball y la Casa Cambó, en la vía Laietana, que pasaron a ser la sede de la CNT. La vía Laietana se llamó durante los años de la guerra vía Durruti, ya que el entierro de Buenaventura Durruti recorrió precisamente esa calle.

Uno de los lugares más visitados del cementerio de Montjuïc es el conjunto de tres tumbas formadas por la de Durruti, su amigo Francisco Ascaso, muerto también al principio de la guerra, y Francesc Ferrer i Guàrdia, el fundador de la Escuela Moderna. Están situadas cerca de la entrada, y sobre la lápida de Durruti se lee la frase 'Nosotros llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones'.

La democracia sirvió para bautizar algunas calles y plazas con nombres anarquistas. Durruti y Teresa Claramunt están en el barrio de Port; Salvador Seguí, en el Raval; Federica Montseny, en el Guinardó; Ángel Pestaña, en Nou Barris, y García Oliver tiene una placa en el suelo de la rambla de Poblenou.
En Poblenou se produjo en 1943 una caída de jóvenes libertarios que utilizaban el bar Elena, ahora bar El Xamfrà, en el barrio de la Plata, para repartir el periódico 'Ruta'.

Y en el número 70 de la calle Girona fue detenido Salvador Puig Antich tras la muerte de un policía, y hay quien opina que debiera colocarse una placa que recordase al joven libertario ejecutado al garrote vil en marzo de 1974.
El itinerario es por fuerza incompleto, ya que podrían rememorarse otros lugares de la geografía anarquista, hecha de aroma y de espinas.

JOSEP M. HUERTAS CLAVERÍA
LA VANGUARDIA